Sueños humedos

Publicado en por Ero0s! (ewllo)

"En la madrugada de hoy, tuve un sueño húmedo, tan, tan fuerte que me dejó con muchísimas ganas de hacerlo realidad"

Hace como 3 años o 4... yo tenía un amorcillo platónico, Gabo, (bueno hoy diría que fue un impulso sexual, materializado en hombre :P) y no he pensado en él desde que termino la secundaria, hasta anoche.

Gabo era o es (la verdad no lo se, no lo he visto) un chavo que me gustaba muchísimo en la secundaria y no es para menos, pues lo recuerdo ¡buenísimo! y lo que más me encantaba era su grandioso trasero y aunque es más chaparrito que yo, si que babeaba por ese chaparrito. *¬*

Pero antes de pasar a los deliciosos detalles, dejadme explicar lo ilógico de mi sueño (que claro no sería sueño si no fuera ilógico), que por alguna razón me pareció real. Además se ambientarán y disfrutarán un poco más mi relato.

En primer lugar me encontraba en la preparatoria oficial, por ahí bobeando cerca del gimnasio, que rayos haría yo en la prepa si ya acabé y cerca del gimnasio si yo odio hacer ejercicio.

Bueno en fin entré al gimnasio, había chavos jugando basketball lo normal... y se me ocurre meterme a los vestidores... ya dentro escucho que alguien se esta bañando... ¿Qué alumno, se baña en la escuela? al menos yo no supe de nadie, solo del maestro de tae... pero a ese yo ¡nunca lo vi en mi vida!

Bueno decidí curiosear un poco, sabiendo que en la prepa hay muchos alumnos con un cuerpo muy bien cuidado y formado, igual podría obtener más información de la que nadie más podría imaginar al verlos caminar por los pasillos. Me quite los teniss, para evitar hacer el menor ruido y que pudiera advertirle, a quien fuera que estuviese allí, de mi presencia. Caminé lento y sigiloso por el pasillo hacia las regaderas, me paré frente al muro que rodea las regaderas y mire con suma cautela (me sentía como en película) mi sorpresa era tremenda, ¿mis ojos me estaban engañando? allí estaba el responsable de la mayoría mis noches de masturbación durante la secundaria, allí estaba completamente desnudo, húmedo y recorriendo su cuerpo con un ¡JABÓN! (señoras y señores las imágenes homoeroticas empiezan aquí)

Gabriel (o Gabo) esta allí desnudo, pero él nunca solicito a esta escuela, que yo sepa ya no esta estudiando... y ¡tiene un hijo! ¿o eran gemelos? bah! que importa lo tengo aquí desnudo, solo para mí, me pegue a la pared (fijense en lo astuta y ágil que puede ser la mente) mire hacía el frente en el banquillo típico que hay en un vestidor, estaba una mochila mía y una maletilla azul que uso cuando voy a salir de viaje "Juraría que eso no estaba allí antes" pensé y las revise: en la mochila había ropa limpia, camisa, pantalones, boxers, calcetines, y en la maletilla, crema, desodorante, shampoo, jabón liquido, rastrillo y navajas, gel para afeitar, cepillo de dientes, pasta y... ¿Condones? '¬_¬ bien aunque me gusta viajar muy bien preparado, pocas veces en mi vida he empacado condones.

"Bueno ya que estoy aquí" pensé y comencé a quitarme la ropa, "no haría mal que tomará un baño con él ¿no? al fin y a cabo que somos solo amigos y no creo que él tire del mismo lado que yo", tomé el shampoo y jabón, di unos cuantos pasos y respire hondo antes de entrar a la regadera, di vuelta al muro y caminé lentamente a la regadera junto a él, mientras en esos momentos no dejaba de ver como los chorros de agua recorrían su cuerpo, como las gotas golpeaban contra su rostro, contra su pecho y lo recorrían hábilmente, se unían en uno solo sobre su abdomen hasta el toisón de su pubis, donde se internaba en la leve selva rubia "¿Rubia? ¿Se sigue tiñendo del vello púbico?" siguiendo por el cuerpo de su pene, por el momento un poco grueso, y cayendo en forma de chorro desde su glande. Se daba la vuelta y el agua recorría su espalda, formando ondinas en los cuencos que hacían los músculos de la misma espalda, para reunirse todos los riachuelos en el inicio de sus 2 voluptuosos glúteos... unos los surcaban por encima siguiendo la linea de su piel, y otros se aventuraban a atravesar los justo por en medio, por aquel abismo inexplorado.

La escena comenzaba a producirme excitación. "Te tardaste mucho, Pacheco" creí oírle susurrar, ¿Tardarme? ¿Acaso me estaba esperando? no le tomé importancia y abrí las llaves de la regadera, tanteé un poco el agua y deje que me cubriera, él tomó un sobre con shampoo, lo abrió, vertió su contenido sobre la palma de su mano, se llevo las manos a la cabeza y comenzó a frotar su cabello, inmediatamente comenzó a surgir espuma, puso su cabeza en el chorro de agua y la espuma comenzó a bajar por su cuerpo entero. Como envidie a la espuma que lo recorría en esos momentos, se reviso el cuerpo en busca de espuma, cerró las llaves, tomo una toalla, envolvió medio cuerpo en ella y salió de las regaderas, (se dan cuenta que hasta ahorita mencioné una toalla, hasta ahorita la necesitó mi mente, tramposa la canija va apareciendo las cosas conforme las necesita) bueno ya que estaba allí limpié mi cuerpo y cabello, había que aprovechar la mojada. Como es mi costumbre intenté secarme lo más posible antes de salir de la regadera, cuando salí, él seguía allí, estaba sentado en el banquillo, recargado en la pared y con una pierna arriba del banquillo, muy obscenamente. "¿Me puedes decir el motivo de tu visita?" (siempre le he hablado un tanto brusco, no se porque) y no contesto a mi pregunta, agarré y me senté junto a él, la abertura entre sus piernas me dejaba ver sus genitales ampliamente "Olvidaba lo exhibicionista que es", pensé por un momento enseguida alcance mi maletilla y saque mi crema y desodorante.

"¿Como estas, Pacheco?" preguntó "he... bien, pero dime ¿Que haces aquí?" le contesté "vine a ejercitarme" "¿En... mi escuela?" y no volvió a responderme, le di un poco la espalda, debía dejar de mirarle los genitales "¿me iba a comportar como una maricona pasiva?", me puse desodorante y luego empecé a ponerme crema en las piernas y brazos, le sentí moverse, pero yo no gire a ver lo que hacía, después sentí su abrazo, el cuerpo entero se me puso chinito "No... no hagas eso" "no, porque me excitas" mi cuerpo respondía a la cercanía del suyo, comenzaba a tener una erección que pronto saldría de la toalla, él se dio cuenta de mi reacción y deslizó su mano por debajo de la toalla, tomó mi pene en su puño con fuerza, haciendo que se me escapará un suspiro, lo empezó a frotar y yo a sentir pequeños espasmos de placer, cada vez juntaba más su cuerpo con el mio, hasta que llegue a sentir su fuerte erección bajo una delgada tela, se había puesto unos boxers (¿de donde los saco? ¡quien sabe!)

El placer me invadía, deseaba gustar su cuerpo, desquitar todo el deseo que me había producido su presencia en mi vida. Tomé su mano y lo gire hasta ponerlo enfrente de mí y acorralarlo en el banquillo, su cuerpo me producía delirios, su piel un poco tostada por el sol, pero que conservaba ese brillo natural del blanco en su interior, ese pecho y hombros firmes que le daban tal masculinidad, y su abdomen que era lo que más me enloquecía de su torso, en esa posición lograba observar el marcaje de sus costillas y un tanto de los ligeros cuadritos que estaban al inicio de su abdomen, seguí por ahí la linea de mis ojos que escudriñaban cada detalle de su cuerpo, podía ver brillar los suaves vellos de su piel, con la luz que entraba del tragaluz del techo, sus boxers negros con rayas grises y botones al frente me habían puesto al limite, fue entonces que me abalance sobre él y su cuello, para bajar lentamente por su cuerpo, hasta su bulto que palpitaba de excitación y ansia por salir, lo comencé a besar, lamer y mordisquear por encima del boxer, Gabo daba ligeros gemidos de placer y suplica porque engullera su pene, deseoso del placer que pudiera producirle mi boca, tomé entre mis dientes la tela que rodeaba los botones, y la jale de tal manera que zafé uno e hice lo mismo con el otro botón, su magnifico instrumento ya podía salir, lo lamí un poco antes de sacarlo por completo, cuando eso sucedió tomó tal fuerza que su glande rosó mi nariz, se veía apetitoso aquel trozo de carne rosada, me acerqué a él y lo recorrí lentamente con mi nariz, desde su base hasta la cabeza y en la punta comencé a lamerlo, cuando menos lo pensé ya lo tragaba por completo, su cabeza golpeaba con el final de mi paladar y allí se aplanaba un poco, Gabriel no dejaba de respirar fuerte y gemir con placer, sujetaba mi cabeza, y apretaba mi cabello entre sus manos, aumentaba la velocidad y le daban pequeños espasmos que conforme se acercaba al orgasmo se hacían más violentos, continué con mi trabajo cada vez más rápido y constante hasta que quiso hundir completamente su pene en mi garganta, y dejó correr su semen por toda mi boca, suave, muy caliente y algo amargo, cuanto placer me dio probar aquello.

Se quedó inmóvil por unos segundos, se enderezo un poco, me miro a los ojos y enseguida se dio la vuelta sobre si, y dándome la espalda levanto la cadera, ofreciéndome su voluptuoso trasero, y en un segundo la sangre regreso a mi pene, estaba listo para embestirlo, lo tomé de la cadera y lo apreté contra mí, se sentía tan bien como mi pene embonaba entre sus nalgas, me quité la toalla de encima (si, todavía la traía) y a él le bajé los boxers. Ante mi se abrió un asombroso umbral... el orificio era muy pequeño y redondo, tomé mi pene y empecé a frotar mi glande contra él, lo deslizaba de arriba, abajo, lo hacía en circulos, presionaba ligeramente en la entrada, Gabo solo suspiraba en suplica de que ya lo hiciera, que arremetiera totalmente contra él, que forzará la salida de su cuerpo con un solo empuje, que penetrará en lo más hondo, cosa que sin duda le dolería.

Y... se pueden quedar con las ganas, porque en ese momento desperté, ya podrán imaginar mi cara de frustración y calentura en ese momento -.-' "¡¿Porque?! si estaba sintiendo tan rico!!"

Bueno, y una ultima cuestión que no explico, eso cuando me puse a analizar el sueño, ¿Porque había condones en la maletilla, si me lo iba a follar a pelo?

Ciao ciao, bambino

Puff!! regaderas... *¬*
Puff!! regaderas... *¬*Puff!! regaderas... *¬*

Puff!! regaderas... *¬*

Etiquetado en Controlando Pasiones, Eros, Gabo

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